KORICANCHA CUSCO - PERU

Publicado en por Machupicchu

Fue uno de los más venerados y respetados templos de la ciudad del Cuzco, en el Perú.

El recinto de oro, como era conocido, era un lugar sagrado donde se rendía pleitesía al máximo dios inca: el Inti (Sol), por lo que sólo podían entrar en ayunas, descalzos y con una carga en la espalda en señal de humildad, según lo indicaba el sacerdote mayor Willaq Umu (Vila Oma). Fue muy importante. El frontis era un hermoso muro proveniente de la más fina cantería, decorado únicamente por una banda continua de oro puro de una palma de alto, a tres metros del suelo, y un techo de paja fina y delicadamente cortada.

 

 

En uno de los bloques de la segunda hilada se observan tres agujeros que pudieron ser utilizados para evacuar las aguas de las lluvias del patio interior, o como salida de la chicha que se ofrecía como ofrenda, si se golpea dentro de los agujeros se pueden escuchar las notas musicales "re", "la" y "mi".

Las piedras que componen el templo tienen un leve almohadillado en los lados, que expresan la sobria estética de la construcción en el Imperio inca. Antiguamente no existía el atrio triangular que sirve de entrada al templo colonial y el muro giraba en ángulo recto hacia la calle Ahuacpinta (Awaq Pinta), la cual aún conserva un tramo del muro original de casi sesenta metros de largo. En el lado opuesto a esta calle, el muro se hace curvo al girar más de 90 grados, y continúa con una curva suave que fue cortada durante la construcción del templo. El muro del Qurikancha coronaba un sistema de andenes que bajaban hasta el río.

 

 

Muchos libros e historiadores señalan que este lugar fue más santificado o venerado, porque al construir un templo o convento de parte de los españoles, a este lugar lo pusieron como privilegiado para las ofrendas.1

El Coricancha, llamado también koricancha o Templo del Sol, es el templo más importante del Imperio Inca. Estaba dedicado principalmente al dios Inti, el dios Sol, y se halla en el ciudad de Cuzco, la capital del Tahuantinsuyo. El interior y las paredes exteriores y los pisos estaban recubiertos por hojas de oro macizo, y en el jardín habían estatuas de oro. Los españoles describieron el templo del sol "Coricancha" como "fabuloso, más allá de lo creíble." 


En el santuario principal del koricancha había un gran disco de oro simboliza la divinidad, rodeado de varias momias de los soberanos incas. Muchos sacerdotes estaban ocupados en el interior de los templos por los sacrificios religiosos que se celebraban, las danzas sagradas organizadas, además de encargarse de los archivos especiales del imperio por medio de los quipus (manojos de cuerdas anudadas de varios colores, pero de diferentes maneras que se utilizaban para guardar información como censo de la población, la propiedad, etc.) 
En el centro del templo había un jardín donde los árboles, las flores, animales y personajes se reprodujeron en gran escala. Estas imágenes tenían incrustaciones de oro, plata, conchas púrpuras y piedras preciosas de color turquesa, etc.

Como se ha mencionado anteriormente dentro del templo no sólo se veneraba al Sol, sino a otras deidades menores como la Luna y Venus. Según el Inca Garcilaso de la Vega, el local mediano de la esquina noroeste del templo era dedicado para el culto a la Luna, y el siguiente era para Venus, las Pléyades y otras constelaciones. Al otro lado del patio, en dos recintos menores, se rendía culto al Trueno (Illapa) y al Arco Iris (Cuichu). 



 

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